18/08/25. El pasado viernes 8 de agosto se llevó a cabo la tercera y última jornada del III Encuentro para el Intercambio de Buenas Prácticas 2025: Prospectiva, Innovación, y Gestión de la Educación en Costa Rica organizado por el SINAES desde su División de Investigación, Desarrollo e Innovación (INDEIN). Los resultados de las evaluaciones recibidas evidenciaron el logro de los objetivos de este congreso.
En la jornada de cierre del encuentro se contó con la participación de más 200 personas provenientes de 14 países: Costa Rica, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Portugal; quienes tuvieron una participación activa por medio de los comentarios y preguntas que compartieron en chat de Zoom.
La jornada inició con un mensaje de la M.Sc. Katalina Perera Hernández, Jefatura de la División Académica del Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica (CONARE), quién destacó que, “este encuentro acerca a las universidades y a las instituciones educativas de todo el país y del entorno internacional. Evidencia como las ideas se convierten en acciones y como las experiencias que nacen en oficinas, aulas, programas de investigación y en las comunidades pueden inspirar cambios reales y que las buenas prácticas no son solo técnicas o procedimientos, sino que son expresiones de compromiso, creatividad y humanidad”.
La Dra. Sugey Montoya Sandí, directora de la INDEIN del SINAES, resalta que el cierre de este encuentro se caracterizó por el posicionamiento de la educación como derecho humano y que promover una gestión inclusiva, equitativa y de calidad en el ámbito educativo, favorece la construcción de sociedades con menos barreras para el desarrollo social, cultural, económico y ambiental.
- Sobre la última jornada académica
En esta jornada virtual se presentaron las siguientes ponencias:
Como parte de las reflexiones de cierre de este congreso, la Dra. Ana Iglesias Rodríguez de la Universidad de Salamanca, señaló que “las ponencias presentadas revelaron que la innovación y la calidad educativa no son productos de recetas externas ni nacen en un laboratorio de última tecnología, ni dependen de presupuestos millonarios, sino que nacen de la reflexión compartida, del contexto entendido y de la personas comprometidas y especialmente nacen en una o en un docente que decide acompañar al estudiantado con empatía, en un equipo que se detiene a observar los silencios, las ausencias y las desigualdades, en una institución que se atreve a escuchar más allá de los indicadores. Todas las ponencias hablan de una educación que no escapa a la realidad. sino que entra en diálogo con ella, que no teme la incertidumbre, sino que la asume como campo fértil de aprendizaje, porque no hay innovación sin escucha, sin contexto y sin vínculos, no hay calidad sin justicia”.